DESDE EL VERANO
No habíamos vuelto desde el verano, y al pasar, mis ojos se posaron en una pelota, seguramente lo ultimo que había tocado Andrea, cuando nos marchamos camino del Otoño.
La casa me pareció extraña, la habían pintado de blanco, y todo parecía más grande, mas vació, no parecía mi casa.
Y retumbo un sentimiento, de recuerdos y añoranzas, cuando mi tiempo era suyo, mi lectura y mis palabras, el tiempo pasado era suyo, mi despertar y mi alba.
Hoy Andrea te recuerdo, en las olas reflejada, sentada en tu calida arena, de manitas y de palas, lejana de tus abrazos, soñando con tu mirada.