lunes, 20 de febrero de 2012

ALGÙN DÌA



ALGÙN DÌA

Algún día recordara que en casa de su abuela estaban todas sus cosas, igual que en casa de sus padres por que aquí vivió durante tres años.

Algún día recordara un barco de color morado, que servia para medir la temperatura del agua de su baño diario, un neceser con todas sus cremas y aceites, su champú, y su gel de baño, su cepillo y su peine del pelo, sus cosas , para estar mas limpia y mas guapa si es que eso es posible.

Una toalla amarilla con una capucha de cabeza de patito, que se queda a la altura de la frente haciéndola mas graciosa aun si cabe, siendo la patita mas linda del mundo, y sus toallas rosas inconfundibles de las demás , por que solo son de ella.

Sus pijamas por si su mama se retrasaba en venir a recogerla, y sus papillas dispuestas para la ultima toma del día.

Recordara que fue la reina de la casa, y que a veces su abuela estaba cansada, y la reñía al acercarse a los enchufes, o a los cajones de la cocina donde se guardan cosas peligrosas.

Recordara la manta amarilla de su cuna, y la caja de música que antes sirvió para dormir a su papa, a la hora de las siestas, y calidamente la acercaba al país de los sueños, y al despertar veía la gran sonrisa que su abuela le y dedicaba al abrir sus ojitos soñadores.

Y es que un bebe en un hogar de adultos siempre es un regalo, aunque a veces el llanto hace que cualquiera se desespere sin saber que le pasaba, y al cojerla en brazos te regale la mejor de sus sonrisas , y se pasen todas sus penas.

Hablo con ella de los pájaros y las flores, y le cuento lo buena que esta el agua, y las galletas, sus caricias y su vocecilla llamando a su mamá y su papá, y algún día me llamara a mí, algún día sabrá que yo soy su abuela, la que más la ha deseado, querido y soñado.




miércoles, 8 de febrero de 2012

ABUELA





ABUELA

Hoy al llegar mi marido a comer, estábamos todos, como antes, bueno como antes no porque, estaba Andrea.


Y pensé en tantos años como hemos pasado juntos, me enternecido ver a mis cachorros en casa, y he pensado, si me gustaría volver a estar juntos como antes, después he pensado, como antes no, por que entonces no estaría Andrea.

Ella, que ha invadido mi corazón y mi casa, su parque, su carro y su cuna, repartidos por las habitaciones, sus potitos de fruta en mi despensa, sus baberos, junto a mis mantelerías, sus enseres de baño y su gasa para dormir, donde ella la deja, todo es Andrea.

Y es que Andrea es la vida de esta casa, hace y deshace, juega y siembra de huellas con sus manitas los cristales de toda la casa, la recorre y la pasea, y su locura "la escalera"

Allí es donde mas le gusta divertirse, sola, sin que nadie la moleste, y eso a mi me tiene siempre de ronda tras de ella, en su casa han puesto una puerta para que no haya incidentes, en la mía atravieso una silla en el primer escalón y ya esta superada la prueba, aunque ella se enfade al ver que el paso esta cortado.

Andrea, es lo mas importante de nuestras vidas, de mi marido y la mía, dentro de nada ira a la guardería, y mi tiempo volverá a ser mío, y la añorare mas de lo que ahora imagino, escribiré sobre recuerdos que tengo de ella, pero jamás podrá decir que su abuela no la cuido, la mimo, y jugo con ella hasta desfallecer.