ELLA SE HIZO AMIGA...
Ella se hizo amiga de mis arrugas, y mientras eso sucedía sus sonrisas llegaban a mí en oleadas, mientras pasaba la vida placidamente, y mi ser llegaba de nuevo a mí, después de una temporada en el que me había abandonado, dejandome confusa con mi vida.
Ella empezó a sonreír a mi lado, y sus ojitos se llenaban de arruguitas en sus guiños, haciendo más graciosa su carita redondita, y sus labios rojos de amor y vida, de sensaciones hermosas, y luz de luna.
Deje que ella pasear sus manitas cada día por mi rostro, haciendo un rito de sus horas, mientras las mías habían dejado de ser importantes, porque solamente ella lo era, y todo vivió a su alrededor como centro de una vida ya casi vivida, y esperando en el ocaso.
Ella se quedo a vivir en mi corazón, siendo cada día mas “ocupa” de el, porque deje de entender de otras cosas, de soñar con otras cosas, y mi despertar era mirarme cada día en sus ojos grandes, y su pasitos inquietos.
Ahora, a sus seis años, pasamos el verano juntas, aquí, en la playa de mis amores, junto a la isla Grossa en una punta, y el faro de mi vida en la otra, llevándome hasta levante cada amanecer, y adornando mi pelo rojo cada tarde al ponerse el sol.
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