viernes, 21 de marzo de 2014

RECUERDOS DE...




 RECUERDOS DE...

Hoy volví a sentir tus manos en mi cara diciéndome te quiero, tu sonrisa cantarina asomándose a tus labios rojos, y al nerviosismo de querer bajar a la playa la primera, y a sentirme querida como hace mucho en el tiempo.


Ayer te oí decir que, soy tu abuela favorita, (aunque se que lo dices a las dos) pero mi ser se hizo de dulce caramelo, mientras el ayer apenas me dejaba respirar, por haber pasado demasiado rápido, y mis manos se hayan vuelto mas serenas, y mis pies mas cansados.


Hoy Andrea querida, nos espera un largo y hermoso verano juntas, con tu personalidad fuerte, y mis años severos recordando que eres una niña, que eres maravillosa, y que mi corazón tiene la necesidad de tenerte aunque mi cuerpo este cansado, y solo quiera màs de una vez… cerrar los ojos para siempre.


Mi niña amada, te necesito tanto que no quiero reconocerlo, hoy es un día feliz y calido, aun no abrasa el sol, ni la luna me llama, ella sabe que estando tu, eres la mejor estrella de mi firmamento y nada mas necesito, eres mi gran sol, y mi luna favorita. Te quiero Andrea.



 

sábado, 15 de marzo de 2014

UNA LUNA...




UNA LUNA...


Ella dijo una vez mirándome un pequeño lunar que tengo junto a la boca… abuela pupa, yo le dije no cariño es un lunar, entonces ella repitió, una luna.

Yo no la corregí, me parecio tan graciosa que ahora cuando vemos un lunar en la pierna o en el brazo ella me dice, abuela una luna, yo sonrío y la abrazo porque ella es mi luna y mi sol, es toda mi vida.

Ahora tiene siete años, ya habla como una “señorita” aun así no me gusta quitarte calidez a sus palabras de antes, porque ella siempre se acordara de su abuela, y de su lunar junto a la boca, que como dice la canción… no se lo des a nadie cielito lindo que a mi me toca.

Mi Andrea… siempre mi niña amada.

domingo, 2 de marzo de 2014

HACE UNOS AÑOS...



HACE UNOS AÑOS...

Hace unos años, cuando mi nieta Andrea venía a casa hasta que sus padres regresaban del trabajo (a veces no la recogían)  yo siempre iba con prisas, llegaba un poco antes de de las diez de la mañana, y yo dejaba todo solucionado en casa porque yo la llevaba a pasear por la mañana, después por la tarde volvía a salir con ella después de la merienda, y yo quería que ella comises bien, y en verdad que las cosas siempre estaban preparadas para el regreso.


Un día con las prisas de que estaba a punto de llegar me di un golpe en el pie, arrancándome la uña pequeña, y como sonó el teléfono que era la señal de bajar a por ella, y después de echar maldiciones baje y me olvide que el dedo sangraba, y no preste más atención.


Yo llevaba unas chanclas de dedo, y no queriendo que mi niña pasara calor nos fuimos a dar un paseo, estando en el parque, y sentada en la arena, porque apenas andaba, de dio cuenta de mi dedo, y mirándome y haciendo pucheros dijo, abuela pupa, y sin darme tiempo se acercó a mi pie a darme en beso en el dedo, yo me quede asustada de que mi niña hubiese podido besarme la herida, ella era así, tierna y dulce, ella no vio nada malo en besar la herida para que a su abuela no le doliese...

Hoy la recuerdo, y mi corazón vuelve a ponerse tierno con aquel recuerdo, y es que Andrea... Siempre ha sido mi princesa, la niña de mis ojos.