Yo tengo todos los recuerdos de aquellos días y...
Yo quisiera que ella recordase algunos que vivimos juntas, que recuerde mis días malos... Y que sobre todo recuerde los días normales, también los buenos, que dentro de mis miedos por ella también los hubo.
Mis días eran tan diferentes que nada se parecía el día de ayer a sus primeros días que llego a mi casa, un bebe es todo ternura, y la casa la pone patas arriba, se agota el tiempo propio, y todo rueda al rededor de esa persona que todo lo invade.
Quise que eso no sucediese, cada noche me decía... Mañana será un gran día, iremos al parque o de compras, después al mercado, y después si ella quiere pasearemos por el parque Nuevo, allí era difícil ir a los toboganes, ella aún no andaba.
Quise que me quisiera sólo por estar a su lado, por darle la comida o limpiarle su pequeña nariz, quise que me quisiera cada noche cuando sus padres no venían a por ella y yo tenía que bañarla, quise que me quisiera en cada biberón, o cada vez que le quitaba los pañales, porque yo la quería tanto que necesita creer que ella me quería al menos como yo a ella.
Su vida y la mía estaban unidas por situaciones para mi inesperadas, el trabajo de sus padres, fue en aquella época algo que aún al pensarlo me deprime, nadie tuvo en cuenta mi estado casi tristorrón a diario, o el peso que fue un bebe a mis años.
Ahora todo se queda en un recuerdo inalcanzable, hay muchas veces que la nostalgia me dice " que harías por empezar de nuevo" entonces recuerdo y se me caen las lágrimas con los recuerdos.
Ella, mi niña, apenas viene a casa, la tienen que traer en coche porque estamos lejos ( relativamente) su madre si tiene tiempo la lleva con la otra abuela, y yo si quiero tenerla cerca tengo que ir a su casa, y compartir mi cariño con los dos duendes que desde que nacieron sobre todo uno de ellos se queda a mi lado reclamando su parte de cariño, y que cree que tiene menos que su hermana...
Pero, como contarle los días que compartimos juntas, como hablarle de cuando ella llego a casa, como decirle que lleno mi vida de sonrisas y lágrimas.
Ellos los niños también estuvieron aquí, menos tiempo, pero ya cinco años más también se notaba en mi, y yo creo que aparte de presumir de nietos, fue una carga más grande aún.
Por eso yo sólo quiero que venga a casa, que duerma en su habitación que no he dejado que use nadie, que me pida el desayuno de siempre, y que vea que sigue siendo... Mi vida.