martes, 20 de octubre de 2015

MIMOS...


MIMOS...

¿ Porque  me dicen que  te  mimo mucho ? No  se  dan cuenta  que eres  mi  niña,  y  que  necesito  amarte  así  para   sentirme   viva, sonreír  al futuro, y  borrar  el miedo de no poder verte crecer…

Nadie entiende mi egoísmo al abrazarte, por que siento tu corazón dando fuerza al mío, y olvidando que pronto llegare al acantilado de mi vida, sin vuelta atrás, pero habiendo vivido todo lo que siempre he deseado desde tu llegada.

Peleare contra los molinos, aunque mi locura me haga creer en los gigantes, y los vientos me lleven por otras sendas olvidadas, y días ya pasados que solamente fueron nuestros.

Y cuando tengas frió me recordaras dando calor a tus días, a tus manos y tus noches, llamándome en sueños, y llegando a ti a través de ellos.

Es que Andrea, eres tanto y bueno para mi, que te necesito como el aire, y cuando tu a mi no me necesites cerrare los ojos con una sonrisa, por que mis días contigo, ninguno, escúchame bien, ninguno, habrá sido mal vivido, o solamente un día mas, por que cada uno ha sido vivido a tope y entregándote el alma.

martes, 6 de octubre de 2015

ELLA LLEGO...



ELLA LLEGO...

Ella llego el jueves por la tarde, había pasado unos días con la otra abuela en San Javier, y al saber que pasaría conmigo unos días mi corazón canto de alegría.


Al llegar en el coche con su madre y sus dos hermanos temblé de felicidad y mas al recibir un abrazo enorme, tanto que olvide los meses de alejamiento, y su sonrisa la vi como hacía años que yo soñaba, ella mi Andrea era mi niña, la de siempre, y pensé en las tonterías que pensé meses atrás.


La mañana del viernes fue mi aniversario de boda, lo pasamos bien, y después de ir andar Andrea, Fernando y yo, quiso que hiciésemos una tarta de galletas, yo había encargado una de merengue, pero a ella le gusta la que yo preparo y entre los tres la hicimos. Fue un día estupendo, un poco antes de cenar ella se marcho a su cuarto, la oí llorar y fui a verla...


Ella empezó a decir que se quería marchar, que echaba de menos a sus padres y quería volver a casa. A mi casi me da un ataque, le pregunte por qué y me dijo que se aburría, que no estaban sus amigas, yo le dije que no tardarían en venir, y que podíamos hacer cosas mientras ellas llegaban.


Le comente que teníamos que ir a Cartagena a recoger unas compras, y que si quería visitaríamos el museo del mar, yo le había hablado del tesoro de la María de las Mercedes por la mañana, y ella había quedado encantada. Hicimos planes para ir de pesca el lunes por la tarde. Y el sábado después de la playa ir a la plaza bohemia, allí ponen un montón de tenderetes y seguro que le gustaría dar un paso por allí, y me dijo que sí.


Le hable de otro día visitar el teatro romano de Cartagena, de dar un hermoso paseo por el puerto, y tomar unas tapitas y después unos helados, también le gusto la idea.


Hablamos de visitar las tiendas del zoco que están al lado de casa y verlo todo, tomar una horchata, y todo eso después de cenar si quería allí mismo, bueno tampoco le pareció mal.


El sábado estuvimos ella y yo en la playa hasta las diez y cuarto de la noche, le dije venga vamos a tomar algo y nos acercamos a la plaza Bohemia, yo quise ir andando pero dijo que mejor en el coche, al llegar no había donde aparcar y tuvimos que ir hasta Cabo de Palos, por allí no quiso ni tomar un helado, dijo que estaba cansada, y volvimos a casa. 


Hoy domingo no fuimos andar por la mañana, quería dormir hasta tarde y así lo hicimos. Me dijo abuela si te levantas hacer fotos del amanecer llámame yo quiero verlo contigo... Pero amaneció nulo, y no había nada que ver, a si es que no la llame, mañana lo intentaremos de nuevo, y seguro que el amanecer nos sorprende juntas.


Hoy por la mañana estando en la playa apareció su amiga de la niñez, Clara, es su amiga más querida, se conocen desde años cuando yo empecé a traerme Andrea conmigo, tiene once años como ella, y son tan parecidas que parecen la misma. Ella se ha llevado una gran sorpresa, y han pasado todo las mañana juntas bañándose, está feliz, y no piensa en volver a casa...