Me acerque a Mercadona, y allí, al pasar por el puente de las vías del tren me pare, como hacia contigo, porque a ti te gusta ver pasar los trenes, y recordé cuantas veces habíamos echo juntas ese camino.
Pase mis manos por el saliente de ladrillos con el enrejado delante, donde yo te sentaba mientras esperábamos la llegada con un sonido atronador, y un decirle adiós con tus manitas, que a ti tanto te gusta.
Y compre batidos de fresa aunque tu no estas para beberlos (y a mi no me gustan) y cogi yogures de plátano que a mi tampoco me gustan, y recordé mil cosas, y desprecie otras mil por que me hacían daño.
Ya ves querida niña, que solo me paseo por donde tú has estado, aunque antes de tu llegada mi senda era la misma, pero ahora que no estas me parece diferente, y hasta la llegada del otoño no perece igual, a mí que siempre me ha gustado.
Es bien cierto, Lola, como hacemos, de aquellos lugares donde compartimos la vida con nuestros seres más queridos, un templo en el que revivimos nuestros más bellos recuerdos.
ResponderEliminarTu escrito rezuma añoranza. Un añoranza muy bella fruto de un sentimiento limpio.
Un abrazo muy fuerte.
Hola Emilio, en verdad que la añoranza más de una vez me puede, fueron tres años viviendo juntas cada día, y después todo termino así de pronto, si al principio fue difícil hacerme cargo de un bebe, al marcharse me podía la soledad, y caminaba sola por donde había caminado con ella. Me costó recobrar mi libertad, pero ya no la quería…
EliminarBueno ahora somos más amigas, hoy hemos estudiado juntas, mañana tiene un examen, y espero que le salga bien, hemos trabajado mucho. Muchas gracias por tu comentario lindo y cálido. Un abrazo.
holaaaaa lola amiga que preciosidad has dejao plasmaita en tu relato, andrea tiene esa magia por que las has mecio desde chiquitina y paso a paso has disfrutao de sus primeras risas sus primeros pasos seguro que ella tambien te hecha en falta pero el cole y su aprendisaje continua tu la quieres tanto que se palpa ese amor entre tus letras, besitosssssss feliz finde
ResponderEliminarAmiga Embrujo, no veas como la echaba de menos, si todo el mundo me preguntaba por ella, en el mercado, y en el banco, en la peluquería, y en metro, fueron tres años difíciles al principio, después cuando soñaba con volver hacer mis cosas todo me sobraba… así son las cosas. Muchas gracias amiga mía, me ha gustado mucho tu comentario. Un beso grandote mi niña.
ResponderEliminar