LA GUAPA ANDREA
Mi cebollita tierna ya es una niña guapa.
Tiene ocho años, es coqueta y se siente bien con los pareos de su abuela, recogiéndose el pelo como una adolescente aquí, en la playa, le gusta mirarse al espejo, ella es así de bella.
Se pasea por la casa cambiándose de ropa cuando quiere, y hace de mis vacaciones una tortura con tanta ropa para lavar.
Enseguida que me ve llegar a casa, sin haber dejado aun la la toalla en el tendedero me dice… abuela me das la mascarilla y me peinas, y yo lo dejo todo y así lo hago.
Ella fue desde el primer momento mi princesa, la única nieta y la mayor de mis nietos, estuvo casi tres años conmigo, y vivimos mil aventuras diarias.
Cada día íbamos a la estación de trenes, le gustaba verlos llegar, después hicimos algún viaje juntas. En el invierno después de la lluvia íbamos a pisar charcos, vio por primera vez a mi lado una película en el cine, y por primera vez también conoció el circo.
Sus tareas fueron mías, y su sonrisa también, sus volteretas, y sus enfados cuando quería algo que por su edad no se lo podía permitir, como poner una silla en una ventana para asomarse, o quererme ayudar en la cocina cuando yo ya le había explicado lo peligroso que era.
Todo fue un soñar y tener pesadillas, ella cumple todos los requisitos para hacerme sentir bien y mal, pero casi siempre hacerme feliz.
¡ Cuanto la quieres Lola. Abrazos.
ResponderEliminar¡Reflejas tanto cariño, que Andrea me parece ... no se que decir...¡una niña protagonista de ..un cuento! besos
ResponderEliminarComo ha crecido esa criatura. Bellisima
ResponderEliminarAbrazos
Es muy linda. Mi abuela materna también se llamaba Andrea.
ResponderEliminarUn besito para ti y otro para ella.
Muchas gracias a las cuatro de corazón. Un beso.
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