Tumbada encima del puente de la vida, veo pasar el tiempo frío, que me acerca a un invierno tranquilo y placentero, donde todo me pertenece, con un poleo en la mano, y los sueños en mi mente, siempre activos, de colores brillantes de la vida mía.
Leo y escribo, las mañanas pasan deprisa pensando en otras mañanas de paseo y risas, de frío y guantes en invierno, de cubos y pelotas en el verano.
Y todo pasa hasta lo malo, y no pasa antes lo bueno, solo el estar bien hace que te quedes sola antes, y vuelva la vida y el sentimiento, mis noches tardías, y las madrugadas sin sueño.
Dejare que me abrace el invierno sin tus manos, y me costara salir de nuevo a la calle, te veré un día a la semana que antes era mía completa, y buscare el canto de los pájaros que en el invierno se oirán poco.
Apartare de mi la tristeza, marchare cada tarde a pasear sin ti, pero no me quedare aquí sola, llorando como si hubieses muerto, por que eso no pasara jamás, mis ojos se cerraran felices al verte crecer, y te seguiré cuidando desde el otro lado.
Eres muy importante para mi, volví a ser madre en la madurez de mi vida, cuando nada pequeño revoloteaba en mis días, y apareciste tendiéndome las manos como puente al olvido de las cosas, y ahora pequeña mía, te recuerdo en cada rincón de la casa, en cada banco del parque, en cada pájaro que los árboles protegen, y que me recuerda las cosas que te enseñe, y lo pronto que aprendiste querida Andrea.
¡QUE BONITO! ESA NIÑA ES UN TESORO.
ResponderEliminarGracias amiga Chelo sí que lo es, me alegra volver a leerte. Un beso grandote.
ResponderEliminarQue precioso, Lola: has escrito una prosa muy bonita evocando esos bellos momentos que se dedican a los hijos; y muy en particular a esa preciosura de niña que intuyo llego un poco mas tarde... Me imagino un precioso juguete para todos. Pero crecen rápido y luego vuelan. Es ley de vida no hay que estar triste por eso, todos hicimos lo mismo.
ResponderEliminarY mira por donde, yo también me identifico, pues llego el quinto hijo, a los cuarenta, y claro esta todos se peleaban por coger en brazos al chiche de la casa, ya sabes... Y también le crecieron las alas y ahora voló.
Pero una madre es feliz si los ve a ellos felices.
Ha sido un inmenso placer pasar a leerte.
Te dejo mi gratitud y mi estima siempre.
Un abrazo y se muy muy feliz.
Amiga Marina, Andrea es mi nieta, y al principio cuando llego a casa todo fue una locura, después se hizo cargo de todos mis sentimientos, mis risas y mis llantos porque todo fue a su lado. Después llego el momento de la guardería y me quede más sola que nunca, pero la vida sigue y ella crece cada día. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
EliminarQUE LINDA NIÑA, LINDAS PALABRAS Y LINDA TUUUTUUTUT
ResponderEliminarUn abrazo grande con una sonrisa que es gracias a ti.
mar
Si Mar esta preciosa y mayor, ya cumplió 10 años, y es una jovencita estilosa y rebelde como lo fue su abuela. Gracias por tu comentario. Un beso.
EliminarA través de este espacio conocemos tus sentimientos y emociones, viendo crecer a la bella Andrea
ResponderEliminarAbrazos
Gracias amiga, es verdad que ya escribí mucho sobre ella, ahora me cuesta más porque nos vemos menos, aun así el domingo estuvimos juntas y hablamos de un montón de cosas, es una niña inteligente, que le gusta ir a la moda, a mi me sorprende más de una vez. Un beso.
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