PISANDO CHARCOS

PISANDO CHARCOS

Caminábamos todas las mañanas cuando tú llegabas, yo ya estaba preparada para salir a pasear, daba lo mismo que hiciese frío o calor, que lloviese o nevase, nosotras salíamos a pisar charcos.

Durante el tiempo que a diario ( casi tres años) venias a casa, no te constipaste ni una vez, te hiciste inmune a todas las bacterias, al llegar a la guardería fue diferente, dicen que es lo normal, y al final hubo que operarte de vegetaciones por que hasta dormida no podías ni respirar.

Fuiste mi todo durante esa epoca, se que al principio me sentí atada, me faltaba tiempo para mis cosas, por que tu lo eras todo, después todo paso rápidamente, y me sobro tiempo para todo, hasta para estar … sola.

Ahora cada vez que llueve recuerdo cuando te compre las botas azules de goma, y como te gustaba pisar los charcos, cuantas mañanas nos paseábamos paraguas en mano, y como las vecinas nos saludaban con una sonrisa pensando que yo estaba loca por salir con Andrea cuando llovía.

Ahora mi niña amada, no se si recordaras aquellos días, pero yo quiero que jamás olvides… y cuando tengas nietos… los lleves a pisar charcos en los días de lluvia.