martes, 4 de noviembre de 2014

ME ACERQUE A...



ME ACERQUE A...

Me acerque  a  Mercadona, y allí,  al pasar por el  puente de las vías del tren me pare, como hacia contigo, porque a ti te gusta ver pasar los trenes, y recordé cuantas veces habíamos echo juntas ese camino.

Pase mis manos por el saliente de ladrillos con el enrejado delante, donde yo te sentaba mientras esperábamos la llegada con un sonido atronador, y un decirle adiós con tus manitas, que a ti tanto te gusta.

Y compre batidos de fresa aunque tu no estas para beberlos (y a mi no me gustan) y cogi yogures de plátano que a mi tampoco me gustan, y recordé mil cosas, y desprecie otras mil por que me hacían daño.

Ya ves querida niña, que solo me paseo por donde tú has estado, aunque antes de tu llegada mi senda era la misma, pero ahora que no estas me parece diferente, y hasta la llegada del otoño no perece igual, a mí que siempre me ha gustado.

Que poder tienes en mi chiquitina mía, que pusiste mis cimientos al revés, y ahora todo lo que tú sujetaste cae sobre tu recuerdo, que pesa demasiado, aunque ya empiece a paladear mi libertad.

5 comentarios:

  1. ¡Ay, como lo entiendo, Lola! Y es que hay seres que, en su resplandor, iluminan tanto nuestra vida que el contraste que se siente, cuando ya no están (porque la niñez siempre marcha, aunque no marche el ser) es especialmente brusco.

    Y es que Andrea ya está muy crecida ¿verdad? En fin, ¡qué nos quiten lo "bailao"!!!

    Muy emotiva y bella tu entrada...

    Un fuerte abrazo.

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  2. Gracias Emilio por tu visita. No entiendo lo que dices de ¿Lola o Teresa? Si Te refieres a mi Lola. Un abrazo.

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