Estaba en la playa sola, de pronto empezaron a llegar mis amigas, yo estaba leyendo y no me di cuenta de que habían llegado, después también me di cuenta que me había bajado sin desayunar, “ella” no había compartido las tostadas de cada día conmigo, por que “ella” no estaba.
Vi que el lavaplatos ya había terminado su lavado, y empecé a colocar la vajilla, y al llegar al cesto de los cubiertos vi sus manitas ayudándome con las cucharas, y al terminar la cesta seguía en su lugar, y es que ella cada día la cogia y se la llevaba a su mamá para sin palabras decirla que me había ayudado, después la volvía a poner en su sitio.
Y aunque he recuperado mis fines de semana la echo de menos, tanto que me sobra tiempo para todo, para leer y para escribir, para vivir y soñar que… pronto volverá conmigo.
Lola querida
ResponderEliminarEs muy bello el amor que expresas por tu hermosa nietecita, ella siempre te amará.
Deseo que pases un maravilloso día de la felicidad y se quede en ti para siempre.
Un abrazo lleno de esperanza
Hola Rud, es un deseo grande de verla, y de abrazarla, eso a veces no sucede y me pongo triste. Gracias amiga. Un beso.
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