lunes, 21 de diciembre de 2015

ESTE AÑO SERA DIFERENTE



  




ESTE AÑO SERA DIFERENTE


Este año será diferente, Andrea esta con nosotros, por eso decidí adornar la escalera, para las fiestas, para ella.

El año pasado no lo hice, mis hijos ya mayores, les daba igual, y la escalera tiene mucho trabajo para adornarla sin ganas.

Quiero que este año Andrea juegue con los lazos y el espumillón, las bolas de colores y los reyes magos del Belén, que este año no tiene niño por que esta ella.

Este año todo es nuevo para mí, aunque recuerdo el año que murió mi madre, ese año adorne mi escalera mejor que nunca, a ella le gustaba verla así, y creo que ella me estuvo ayudando mientras lo hacia, y sentí su presencia, y los colores de las bolas fue mas vivo que nunca, haciéndome sonreír al ver como se liaban las guirnaldas de acebo en mis dedos, y lo tome como un juego de ella.

Este año Andrea se ocupara de liarlo todo, sus manitas recorren los regalos puestos en el suelo, bajo el árbol, al lado del Belén, y sueño con el día de reyes, con sus luces y su música.

Y es que la navidad cada año es diferente, y este sin duda será el mejor de los años, aunque seguro que habrá muchos mas, pero este dejara en mi corazón todo lo que deseo, armonía y sonrisas, música y luces, y sobre todo tiempo para vivirlo como quiera.






domingo, 13 de diciembre de 2015

CUÈNTALE HIJO


CUÈNTALE HIJO

Hijo, quiero que le cuentes que me bebí la vida en los libros, que sentí y ame muchas veces a través de ellos, y que mil veces la vida me engaño.

Le dirás que, vi las flores desde sus ojos, y los pájaros con sus trinos acompañando sus primeras palabras, que al principio solo eran ruiditos que me complacían, y llenaban mis oidos de sonidos jamás escuchados, y como música disfrute muchas veces.

Habla con ella de mis minerales, de mis cuarzos, mis gemas, de mis rutilos, y sobre todo de la luz de sus ojos maravillosos como la noche, de sueños y su inmensidad.

Cuéntale lo mucho que la he amado, de los tres años que vivimos a diario juntas, de su rebeldía y de mis imposiciones, que ahora pienso que no eran necesarias, por que solo ella, tiene que aprender a vivir por sus ojos, y no por los míos.

Y cuando yo no este... háblale de que fue mi vida, que aprendí a ser tolerante cada día, que aprendí que la vida hay que vivirla con los ojos de niña, sin miedo y sin maldad, siendo agua clara, sin contaminar por nadie, solo poniendo corazón en los sentimientos, y comprensión contra la intolerancia, ¡¡¡díselo hijo!!! Que ella fue por un tiempo mi vida.