COSAS DE ANDREA
Andrea ya tiene nueve años, al ser
la mayor de los hermanos y siendo Capricornio, la independencia corre por sus
venas y, siempre tiene ideas nuevas para llevar a cabo pero...
Ahora en televisión ponen un tráiler de una película que se acaba de estrenar,
se llama " Séptimo" y al verlo recordé que hace dos años...
Estando conmigo en la playa a la hora de subir a comer me dijo... Abuela yo
subo por la escalera, y yo le dije, Andrea, son nueve pisos, y me dijo, bueno yo
subo y me esperas arriba.
Andrea la conoce todo el edificio, y no pensé que pasaría nada, y mientras
subía yo por el ascensor, ella iba peldaño a peldaño, subiendo con sus siete
años y tan pancha.
Cuando llegue a mi casa, abrí la puerta y guarde la bolsa de la playa, deje la
puerta entornada, y a mí me pareció un tiempo largo cuando empecé a bajar
porque ella no llegaba.
Y, bajando bajando, la niña no estaba, volví a subir ya como las locas y al
cruzarme con los vecinos yo les iba preguntando pero nadie la había visto. Subí otra vez por si se había equivocado y estaba más arriba, pero no fue así.
Pensé en sus padres, la bronca que me iban a echar cuando se lo contase, y las
lágrimas se me caían pensando que hay gente de alquiler que no conoce a mi
niña, y me hice un lío que para que.
Después me fui al portal, y busque alrededor del edificio y no estaba, y
entonces me fui a la playa, y allí estaba tan tranquila, yo enfadada le
grite... Porque estás aquí, te estoy buscando un montón de tiempo y me dijo,
cuando iba por el tercero me he cansado, y he vuelto a bajar, me encontré con
Clara (su amiga) y me dijo que la
acompañara de nuevo a la playa y aquí estoy.
Estaba tan tranquila y yo tan asustada
que me dieron ganas a de darle un bofetón, pero la culpa no era de ella, si no
de la tonta de su abuela, siempre por aceptar sus " sus ideas" geniales, y
siempre darle la razón.
Ahora me he vuelto más cautelosa, estando conmigo no la dejo sola ni un
instante, soy una abuela asustadiza, pasan tantas cosas que ya no me fio ni de
mis vecinos que conozco treinta años, y que tan buena gente son.
Ojo con los niños, pero también ojo con los mayores, los niños que desaparecen
ya no se les ve jamás al menos que sea... Muertos.