lunes, 10 de febrero de 2014

EL TIEMPO PASADO JUNTAS...

 



 EL TIEMPO PASADO JUNTAS...


 Ambas recordaremos los veranos pasados juntas, ella pensando que fueron una tortura a la hora de las comidas, y yo por que todo eso habrá terminado sin remedio, formando parte de un pasado dulce, que no supe aprovechar por mi intransigencia.



Habrá pasado una parte muy importante de mi vida, sin haber sabido vivirlas, en la edad temprana de su niñez, y en la mas que madura mía, cuando ella llego al mundo y aun siendo joven para ser abuela, me sentí mas madre que otra cosa, y en verdad que eso se vive a una edad joven, y eso para mi ya había pasado.


Ser mío, y tú ocupaste todos mis espacios, todos mis colores, mis paseos, y mis ganas de no vivir más de una vez.


Yo fui quien te escucho por primera vez decir mamá, y quien guió tus primeros pasos de mi mano, quien te dio tus primeras verduras y frutas, la carne y el pescado quien te monto en el metro, quien te llevo al circo, al retiro a echar de comer a las palomas y a los peces, quien te baño en el mar, y quien te llevo al cine por primera vez.


Fue un aprendizaje mutuo, tú por ser la primera vez en todo, y yo por volver a recordar cosas maravillosas ya olvidadas, de no poder hablarlas con nadie, aprendiste los colores, los primeros números, saltando escalones, todo lo aprendiste a mi lado.


Ahora que tienes cinco años pienso, que en muchas cosas te pareces a mi, en las noches sin sueño, en lo testaruda, en la parte de libertad que yo perdí a tu lado, en las ideas fijas que jamás quieres rectificar, en tus llantos sin sentido cuando quieres algo y tus padres no consienten por ser una niña caprichosa.


Se marchan tus amigas de la playa, y casi nos quedamos solas, pescando medusas, y fotografiando atardeceres que a las dos tanto nos gusta.


Ayer viniste corriendo mientras yo estaba duchándome a decirme “abuela trae la maquina que el sol se va y esta muy bonito”, ya ves querida mía, hasta en eso no podrás olvidarme como yo no podré olvidar tus ojos negros y tu mirar dulce he inquieto.


Te quiero mi chica mágica, aun después de haber llegado al mundo tu hermano que adoro tiernamente, siempre será la niña de mis ojos.


 

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