martes, 21 de octubre de 2014

AHORA QUE SOY CAPAZ



 AHORA QUE SOY CAPAZ

Ahora que soy capaz de sentir todo, quiero escribir esto, y cuando tu seas mayor, sabrás lo mucho que te he querido, y lo que nació en mi, el día que tu por primera vez viste la luz, en la madrugada de un frío invierno.

Quiero que sepas que, después de los años mi sueño se hizo realidad en el frío de aquella noche que naciste, para poder contemplar conmigo el alba, cuando cesaron las luces amarillas de la calle que, desde la ventana de la clínica vi toda la noche, hasta que salió mi sol, y empecé a vivir de nuevo a través de ti.

Desde que llegaste, saque todo el amor que tenia almacenado a lo largo de los años, que nadie me permitió compartir, y en mi había quedado como los posos de un buen café en una taza de fina porcelana.

Eres un chorro caliente de vida, que entro a mi frío cuerpo desde que naciste, haciendo que brotase en mi jardín de invierno mil primaveras, sembrando mi carretera de miles de mimosas amarillas, que hacen mi viaje hacia otra vida más hermoso y, me recuerda a ti cada instante.

Te diré, que cuando te tengo cerca el calor de tu pequeño cuerpo me retorna a los años de juventud, cuando tuve a tu padre, y lo quería tanto que jamás pensé que pudiese sentirlo de nuevo, pero mi niña querida, he vuelto a sentirlo, pero ahora que para mi casi paso la vida me siento viva otra vez, y solo porque tu me has mirado, has tocado mi rostro con tus manitas, y tu sonrisa es un nuevo amanecer en mis días casi acabados.

No tengo palabras para describir la ternura que siento al cambiarte un pañal, o limpiarte la cara de la primera verdura que ya has empezado a comer, tus cientos de sonrisas que me das a cambio de nada, me hace vibrar al ser la guardiana de tus sueños.

Amo tu despertar, cuando tus grandes ojos negros se abren para mí, y tu boquita empieza a emitir ruiditos que aun no comprendo, pero que son el inicio de miles de conversaciones, que tendremos en lo que me quede de vida.

Eres preciosa mi princesa, mi bella gordita, jamás habrá nada que pueda compararse con los sentimientos que ahora fluyen por mí, desde que abro los ojos y tu fotografía en mi mesilla de noche me da los buenos días, sonriéndome tu boca y tus ojos, y extendiendo tus manitas hacia mí, y yo tocando el cielo al despertar.

Eres tan dulce que, mis manos no quieren tocar otra piel que no sea la tuya, y mirar otros ojos que sonríen como los tuyos, y me dicen cada día que me quieren, por que aun no aprendiste hablar para hacerlo.

Mi cebollita tierna, te quiero, como me gusta oír tu corazón latiendo fuertemente sembrando amor sin tu saberlo y cogiendo de mi pelo el rojo sol del atardecer de mis días, que no te faltaran nunca, aunque el sol no salga en los inviernos.





7 comentarios:

  1. Que lindo lo que le dices, precioso. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si Teresa, el tiempo paso rapido, ahora ya no hablo así. un beso.

      Eliminar
  2. hermosas palabras! hermoso blog, abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La niña fue mi primera nieta, y me hacía sentir así de bien. El tiempo ha pasado, ahora todo ha cambiado, y así debe ser. Gracias por vuestra visita. Un abrazo.

      Eliminar
  3. Qué mayor Andrea¡¡¡ uf¡ toda una señorita.
    Bss a ambas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad que esta mayor, ya tiene 10 años, el tiempo pasó para las dos. Gracias por tu comentario. Un beso.

      Eliminar
  4. Mira, Escribes de una manera que levanta la piel. , en realidad no es escrito o narración, es poesía. besos

    ResponderEliminar